La reconciliación es una virtud.
No es un acto, o un proceso. Es una cualidad interior. Cuando tengo
reconciliación dentro de mí, es fácil vivir con el otro, entenderlo y
amarlo sin mayores problemas.
La falta de esta virtud es fruto del pensamiento de que mi verdad es la
única y la correcta. Para adquirirla, debo aprender que mi verdad es una
entre muchas otras verdades.
*Fuente: mensajespositivos.net
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